La colección se inspira en el nieto del fundador, Gaston-Louis Vuitton, un ávido coleccionista que aportó un sentido de alegría a la casa de moda. Conservaba muchas cosas, desde invitaciones a cócteles hasta etiquetas de hoteles antiguos, así como obras de arte y libros, muestras de tipografía y baúles (según se informa, poseía al menos 175). Era un hombre culto y curioso, constantemente interesado en el pasado pero con la mirada puesta en el futuro y en lo que esto significaba para la Maison.
Gaston-Louis Vuitton era conocido por llenar numerosos cuadernos y álbumes con sus bocetos e ideas. Entre ellos, los maravillosos diseños de los cautivadores escaparates de Louis Vuitton, que a menudo fueron sustituidos por arreglos únicos e increíblemente modernos para la época. Era un diseñador apasionado y una persona creativa, inventor e innovador, que registraba periódicamente patentes y derechos de autor de invenciones y nombres comerciales.
El espíritu innovador de Gaston se transmite en un anillo mecánico tipo rompecabezas y en un colgante trabajado con técnicas innovadoras, joyas interactivas que se inspiran directamente en su vena como inventor y su prolífica costumbre de crear bocetos. Las creaciones muestran un lado divertido de la Maison e invitan a una combinación infinita de joyas para definir su propio estilo. Las claves de estas piezas son: los diseños de titanio cortados con láser, la funcionalidad, la interactividad y el llamativo azul titanio, Les Gastons Vuitton Blue.
“La joyería fina de Louis Vuitton es conocida por su enfoque vanguardista, su capacidad de ser diferente y refinada. Al diseñar la colección, Francesca Amfitheatrof, directora artística de relojes y joyería de Louis Vuitton, descubrió que Gaston tenía mucho en común con los hombres y mujeres de hoy, sensibles y abiertos al mundo que los rodea“, indicó la casa en un comunicado.
Es así como Amfitheatrof explora en tres capítulos -a través de 16 piezas y dos obras maestras- con anillos, colgantes, collares, etiquetas, gourmettes, pulseras y aretes, que fusionan la historia de la casa con nuevas formas contemporáneas.
“La tecnología de corte por láser aporta una precisión extrema al monograma, aplicada aquí para lograr un efecto fresco y contemporáneo. Mientras que el motivo del baúl característico de la casa se convierte en su versión más pequeña hasta el momento en formas renovadas que combinan plata y diamantes. Los materiales incluyen oro amarillo y oro blanco, con el debut del titanio“, detalló la firma, al recalcar que el metal único define la colección.
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El tono se inspiró en el azul denim, una prenda universal. “Esta colección es un poco como un par de jeans”, dice Francesca Amfitheatrof, “todo el mundo tiene uno y cuanto más los usas, más te encantan”. El azul mezclado con oro blanco y oro amarillo confiere a las joyas un carácter fresco y moderno. A través de la lente inimitable de Gaston-Louis Vuitton, esta colección celebra firmas de diseño profundamente arraigadas en la herencia de Louis Vuitton para una nueva generación.
Maria Cano.