Se denomina coñac al tipo de aguardiente que se elabora en los alrededores de la localidad francesa de Cognac, en el departamento de Charente (Francia). Es más, el Bureau National Interprofessionnel du Cognac es el encargado de validar la denominación de origen de esta bebida y, si no pasa por su filtro no, no es coñac. Se elabora a partir de tres tipos de uvas blancas, Collombard, Folle blanche y Ugni blanc. Después de indagar en las bases del coñac, hablemos del protagonista.
Creado en 1874, por la Maison Francesa Rémy Martin con el conocimiento y la pasión de tres maestros bodegueros, años antes fue Paul Émile Rémy-Martin perteneciente a la familia, quien creó su fórmula inigualable. El coñac LOUIS XIII mezcla hasta 1.200 aguardientes de vino de Grande Champagne exclusivamente, el primer “cru” de la región francesa de Coñac. Cada uno de estos aguardientes, se añeja lentamente en barrica de roble, se mezclan y se presentan en garrafas, numeradas individualmente emulando la icónica petaca metálica del siglo XVI.
El nombre es un homenaje al rey de Francia LOUIS XIII, ya que, durante su reinado, la familia Rémy Martin se estableció en Cognac. Incluso este monarca fue quien comenzó a dar difusión sobre el savoir-faire que siglos después mantiene y se degusta en cada sorbo como resultado del trabajo colectivo de los artesanos del terruño Grande Champagne, en la región francesa de Cognac.
La elegancia y artesanía de su composición se traslada a su decantador, el cuál desde hace siglos se ha distinguido por ser de cristal soplado por los más expertos artesanos, usando cristal Baccarat, así como un cuello de botella rodeado por un anillo de oro de 21 quilates. El diseño del decantador hace referencia a una antigua ánfora de metal hallada en el campo en 1850 y adquirida por Paul-Émile Rémy Martin como una antigüedad.
Un trabajo legendario de los mejores maestros bodegueros que pone el broche de oro con el trabajo minucioso de Baptiste Loiseau, que selecciona los mejores aguardientes para dar la oportunidad a sus sucesores de que creen el mejor coñac Louis XIII del próximo siglo. Por algo, Baptiste apunta que “Louis XIII es como una ola de sensaciones que nos lleva lejos”. Lejos hasta hace décadas, en una experiencia en el paladar que sabe a madera, a mirra, a miel, a rosas secas, a higos y a maracuyá. Sabores intensos que no consiguen olvidarse fácilmente.
La bebida lleva más de un siglo produciéndose, y la complejidad de sus notas lo recomiendan para maridar con platillos gourmet como Jamón de Bellota Caviar Beluga o langosta.
Los expertos catadores también encuentran notas aromáticas a jazmín, ciruela, madreselva, corteza de madera, y frutas de la pasión.
Y es que este coñac es una celebración en todos los sentidos, desde la construcción y autenticidad de su decantador, la composición de su mezcla y hasta el ritual que debe seguirse al servirlo, para crear así toda una experiencia y elevar todos los momentos.
Louis XIII se sirve en los mejores hoteles de lujo alrededor del mundo. Desde el Hôtel George V en París al Burj al Arab en Dubai, el Ritz-Carlton en Osaka hasta The Península Hotels Beverly Hills, así como en los resorts y restaurantes más lujosos. El precio de una botella está en torno a los 2.900€.
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Maria Cano.