A pesar de todo el daño que causamos al planeta, la naturaleza nunca dejará de sorprendernos y regalarnos hallazgos tan magníficos como el diamante de 442 quilates valorado en 18 millones de dólares, encontrado en Lesoto, Africa, a finales de agosto.
La empresa británica Gem Diamonds anunció dicho hallazgo en una mina de Letšeng. Éste no sería el único descubrimiento, ni el más importante de la empresa, ya que a principios del 2018 la piedra preciosa encontrada fue de 910 quilates, valuada en 40 millones de dólares, ésta se catalogó como la quinta más grande del mundo.
“La recuperación de este notable diamante de 442 quilates, una de las gemas de calidad más grandes del mundo que se encontró este año, es una confirmación más del calibre de la mina Letšeng y de su capacidad para producir diamantes grandes y de alta calidad de forma constante”, escribió Clifford Elphick, director ejecutivo de Gem Diamonds.
Si el echo de que sigan apareciendo diamantes de dichas dimensiones y pureza es algo sorprendente, más lo es aún, que el interés en este terrorífico año de pandemia por las gemas y especialmente los diamantes está creciendo de una forma vertiginosa a nivel mundial.
La empresa Sotheby’s, que durante el confinamiento sorprendió con las mayores subastas de la historia, a mediados de octubre vendió el diamante bautizado por su comprador “Maiko Star” en honor a su hija. La compra se realizó en una subasta en línea realizada en Hong Kong, el diamante ovalado catalogado en 15,7 millones de dólares con 102,39 quilates.
El “Espíritu de la rosa“, la gema de este color más grande vendida por la casa, una joya considerada por expertos gemólogos como una de las más fascinantes del mundo, no solo por sus 14,83 quilates sino por la historia que la envuelve, salió a subasta por Sotheby’s Ginebra el pasado 11 de Noviembre y ha sido vendida por 22,5 millones de euros. Algunos científicos han incluso especulado que su color podría ser resultado de algún ‘shock’ sísmico que pudo haber alterado la estructura molecular de la piedra, lo que los hace aún más valiosos.
Sin duda para aquellos que buscan colocar sus activos fuera del mercado de valores las piedras preciosas son una gran inversión.
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María Cano