Las medidas de confinamiento decretadas como consecuencia del COVID-19 empiezan a desaparecer gradualmente en todos los países, pero la ansiedad con respecto a las perspectivas mundiales en materia económica y social no deja de crecer. Existen buenas razones para preocuparse: ya empieza a sentirse una fuerte desaceleración económica y podríamos estar ante la peor depresión desde la década de 1930. Aunque es un camino probable, no es inevitable.
Para obtener un mejor resultado, el mundo debe actuar conjuntamente y con rapidez en la renovación de todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, desde la educación hasta los contratos sociales y las condiciones laborales.
Deben participar todos los países, desde los Estados Unidos hasta China, y deben transformarse todos los sectores, desde el gas y el petróleo hasta el de la tecnología. Dicho de otro modo: nos hace falta un «Gran Reinicio» del capitalismo.
Ha llegado el momento en el que la humanidad tiene que discutir sus problemáticas y posibles soluciones desde una perspectiva tan amplia que abarque a todo el conjunto de nuestra especie y civilización. De tomarle la palabra al WEF (Foro Económico Mundial) nada ni nadie se salvaría, pues la invitación hacía el reseteo propone la renovación de todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, “desde la educación hasta los contratos sociales y las condiciones laborales”.
El concepto de un ‘Gran Reseteo Económico’ pone de golpe sobre la mesa aquello que, con mucho tacto, se nos ha invitado a llamar la ‘Nueva Normalidad’, un concepto tan contradictorio nos hace añorar un estado de cosas que muchos piensan no volverán después de un año tan complejo
LA PROPUESTA HACIA UN RESET MUNDIAL, PASARÍA POR TRES ÁMBITOS:
-Orientar el mercado hacia objetivos más justos.
-Garantizar inversiones en proyectos de alcance global que promuevan objetivos comunes, como la igualdad y la sostenibilidad.
-Aprovechar las innovaciones de la Cuarta Revolución Industrial en pos del bien público.
“La pandemia representa una oportunidad, inusual y reducida, para reflexionar, reimaginar y reiniciar nuestro mundo y forjar un futuro más sano,más equitativo y más próspero”
Declara Klaus Schwap, “economista y fundador del Foro Económico Mundial”.
La crisis del COVID-19 está afectando a todas las facetas de la vida de las personas en todos los rincones del planeta. Pero la tragedia no tiene por qué ser su único legado.
María Cano.
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