Comienza desde Irlanda una revolución de la salud única en su especie, así como lo suficientemente “peligrosa” para desatar el debate de los principales productores de vino europeos.
El ministro irlandés de Sanidad, Stephen Donnelly, según la nota publicada en el sitio web gubernamental explico que ha firmado una nueva ley para que todas las bebidas alcohólicas a partir del 22 de mayo de 2026 incluyan en el etiquetado el contenido calórico y advertencias sobre sus riesgos para la salud.
Además de los avisos que ya se incluyen actualmente, las etiquetas de las botellas de vino y otras bebidas alcohólicas harán referencia, “por primera vez en Europa”, a los riesgos que implica su ingesta para las embarazadas y su relación con enfermedades hepáticas y cánceres, entre otros, detalla la publicación.
“Estoy encantado de que seamos el primer país del mundo en dar este paso e introducir un etiquetado sanitario completo de los productos alcohólicos”, dijo Donnelly. “Espero que otros países sigan nuestro ejemplo“.
Sin embargo, el entusiasmo del ministro no parece ser compartido por el resto de Europa, y mucho menos por las autoridades italianas, principal exportadora de vino a la isla.
En particular, trece estados miembros de la union, han definido la norma como “injustificada y desproporcionada” y especialmente, perjudicial para el comercio del vino.
El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), presentó una denuncia formal ante la Comisión Europea sobre esta cuestión. El CEEV, de acuerdo con una información de la agencia EFE, ha pedido al gobierno de la Unión Europea que abra un procedimiento de infracción a Irlanda por el contenido de la nueva ley. La organización denunciante, que reúne a veinticinco organizaciones nacionales de productores de vino de países la UE, considera que la norma es incompatible con el derecho de la Unión Europea.
El español Mauricio González-Gordon, Presidente del CEEV ha declarado: “Las disposiciones incluidas en las normas de etiquetado irlandesas son incompatibles con el Derecho de la UE y constituyen una barrera injustificada y desproporcionada para el comercio bajo la legislación de la UE”.
Lo que surge de esta discusión es un hecho innegable: el alcohol es malo, como fumar, y como cualquier consumo en exceso puede causar daños a la salud. Nosotros siguiendo nuestra linea de contenido con este articulo solo nos hacemos eco de esta información.
Sobre el asunto se ha pronunciado también Cooperativas Agro-alimentarias de España, cuyo portavoz, Juan Fuente, ha dicho que la iniciativa de Irlanda es un “ataque frontal al sector y al consumo del vino”.
“Los productores, como garantes de la esencia de la producción de este producto y de la dieta mediterránea no podemos estar de acuerdo con esta normativa”, ha señalado a Efe, para quien es “tremendo” que un país de la UE fije unilateralmente unas reglas de etiquetado.
El Parlamento Europeo ya barajó el año pasado la idea de introducir el etiquetado sanitario para estas bebidas por una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pedía medidas para reducir el consumo excesivo de alcohol. Entonces, los representantes de Francia y España, además de Italia, frenaron la implementación de la advertencia sanitaria a nivel europeo y acordaron, en su lugar, incluir más información en el etiquetado comercial de las botellas.
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Maria Cano.